“Usted le ha mostrado al continente, Secretario Almagro, que usted defiende los principios democráticos, que usted enfrenta las dictaduras, que usted llama las cosas por su nombre”, dijo el Presidente.

Votación de resoluciones de la OEA concurre entre crisis en Venezuela y Nicaragua

Con Venezuela en el medio, una alerta regional por la crisis de Nicaragua y declaraciones contra el régimen de Nicolás Maduro comienza este jueves la votación de proyectos de resolución –documentos que trazan la línea de las decisiones– en el marco de la Asamblea General de la Organización de Estados Americanos (OEA) que se realiza en Medellín.

En el cronograma hay un grupo de resoluciones, entre las que están las habituales de cada año como los presupuestos del organismo, y también otras relacionadas con las crisis del continente, la cooperación y el multilateralismo, un asunto clave detrás del sistema interamericano.

Hoy comienza con una posición marcada por el secretario general, Luis Almagro, respecto a los puntos más críticos de la libreta de la OEA: la sentencia al régimen de Maduro, el “dictador y usurpador” como le ha llamado el líder del organismo, el gobierno de Colombia y otros de la región.

Además de una confrontación ideológica con la alta comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, respecto a este tema.

Bachelet aseguró la semana pasada, al terminó de su visita a Venezuela para constatar la situación de Derechos Humanos en el país, que las sanciones económicas contra el régimen han “exacerbado la crisis”. En respuesta a esto, Almagro indicó ayer que “la sanción más fuerte del pueblo venezolano ha sido la corrupción del sistema madurista”.

Para el secretario, el régimen “se ha robado” 80 mil millones de dólares y Cuba ha tomado 40 mil barriles de petróleo, asuntos que, a su juicio, son los culpables de la situación de Venezuela.

También arremetió contra Maduro: “es responsable de crímenes de lesa humanidad, de torturar, de detener presos políticos, de hacer detenciones arbitrarias, de ejecuciones extrajudiciales, de asesinatos a manifestantes, de la más profunda crisis humanitaria que ha tenido un país en el hemisferio”.

A propósito de Venezuela, el presidente, Iván Duque, enfatizó ayer, en medio de la inauguración de la Asamblea, que el principal reto del sistema interamericano es denunciar a tiempo las dictocracias, cuya figura, para el mandatario, fue la que destruyó a Venezuela durante varios años.

“La dictocracia muta fácilmente a dictadura, regímenes que pretenden invocar derechos promoviendo siempre la lucha de clases para acabar aniquilando la expresión libre de los medios de comunicación, la separación de poderes, la iniciativa empresarial, que además cabalgan sobre la satanización de los sectores productivos y lo que es peor y más peligroso, terminan a través de la figura electoral consolidando las más brutales formas de opresión a todos los ciudadanos. Nuestro deber es la dictadura finalizada, doblegada y la libertad del pueblo venezolano”, enfatizó Duque.

La ruta de la OEA

El primer día de la Asamblea culminó con una rueda de prensa de Almagro, el canciller Carlos Holmes Trujillo, y el secretario adjunto de la organización, Néstor Méndez.
El canciller Trujillo resaltó la importancia de atender la crisis de Venezuela, el papel que ha tenido el secretario Almagro en esta, e instó a que los estados no respondan individualmente sobre lo que pasa en el país vecino.

Respecto a la crisis, vale agregar, el régimen Maduro es considerado como una dictadura por cerca de 60 países, Almagro destacó que “para salir de las dictaduras no hay una fórmula mágica. Son procesos de sumatoria política”.

Además, afirmó que la OEA “es la organización más democrática del mundo porque cada país tiene un voto y no hay derecho a veto”, haciendo referencia a Naciones Unidas, en la que naciones como Estados Unidos y Rusia pueden ejercer este mecanismo.

Paralelo a esa agenda política, hubo un espacio para los defensores de Derechos Humanos y líderes de comunidades de la región en el que estos reclamaron los temas que esperan sean incluidos en los debates del organismo del próximo año, asuntos que se definirán en estos dos días.

Voces de la sociedad civil

La OEA exaltó el trabajo de estas personas. En palabras pronunciadas por Almagro, ayer, mientras se dirigida a representantes de la sociedad civil, “son el mejor sistema de alerta temprana, son aquellos que nos sostienen cuando dan su tiempo para que el continente tenga mejores respuestas, que sea más justo y equitativo. Este es un reconocimiento a su trabajo permanente”.

La situación de los derechos sexuales y reproductivos de la mujer fue otro de los temas cruciales. Solo al inicio del evento, la primera intervención en cabeza de la Coalición de Derechos Humanos de las Mujeres en las Américas, marcó una línea de discusión entorno a los derechos reproductivos y la búsqueda de la interrupción voluntaria del embarazo de manera legal, segura y gratuita.

Como si fuera una interlocución entre las dos visiones del asunto, la segunda intervención que estuvo a cargo de la Coalición de Oportunidades de Ordenamiento Social abogó por el respeto a la vida del ciudadano no nacido argumentando que “ellos también son personas”, como lo señaló su vocera Clara Vega.

Voces de la comunidad LGTBI, afrodescendientes, afrocolombianos e indígenas también alzaron su voz entorno a los derechos humanos, los derechos reproductivos de las mujeres y a hacer efectiva la inclusión de todas las comunidades.

Entre gritos, vitoreos y a veces abucheos estas personas que están a favor y en contra de la interrupción del embarazo sentaron sus posiciones respecto al tema.

Inclusión, el pendiente

Otra de las interlocuciones estuvo a cargo de la Asociación de Afrocolombianos Desplazados. Su vocera, Erlendy Cuero Bravo, afirmó que los “afrocolombianos son afectados por la discriminación, la violencia, la falta de políticas públicas. Nos preocupa la situación de la región. Hay militarización en los territorios”.

Las asociaciones de discapacitados también participaron de la Asamblea. La Coalición por la Dignidad de las Personas con Discapacidad solicitó que se cree un mecanismo efectivo de consulta para designar representantes de este grupo poblaciones que trabajen por la implementación de las políticas públicas en los estados miembros dirigidas estas personas.

Y, en el tema indígena, la Coalición de Naciones y Organizaciones Indígenas, en la voz de Luis Fernando Arias, clamó porque la OEA cumpla el plan de acción relativo a estas comunidades para que puedan tener una participación permanente.

Migración, sombra regional

Juan Carlos Viloria, de la Coalición por Venezuela, partió de su país hace diez años a Barranquilla. En ese tiempo que lleva en Colombia ha emprendido acciones para mejorar la situación de sus compatriotas y el trabajo que lidera lo llevó a participar de la Asamblea a nombre de 30 organizaciones más de su país. Su llamado: que se distingan a los migrantes como refugiados.

“Recomendamos a los Estados miembros que se reconozca el estatus de refugiado a los desplazados venezolanos, que se implementen políticas públicas integrales para la atención de la crisis migratoria y que se reconozca el gran trabajo de sociedad civil en este tema”, reclamó.

Como Viloria, portavoces de otras organizaciones como la Coalición Democracia, Libertad y Justicia resaltaron la necesidad de atender la situación del país.

Lo que dicen los Estados

En la dinámica de la Asamblea, después de que un grupo de líderes hacía su intervención, los Estados tenían la posibilidad de responder, aunque no todos los puntos fueron abordados por estos.

Uno de los que generó mayor división es lo relativo a la interrupción voluntaria del embarazo. Mientras Estados como Uruguay ratificaron el papel que el país ha dado a este asunto, permitiendo que se realicen estos procedimientos, otros como Paraguay reafirmaron su compromiso con la defensa y el derecho a la vida desde su concepción.

También generó discusión la decisión, Ecuador, que desde enero de este año endureció sus medidas para la migración de venezolanos y que anunció que está estudiando imponer visa a estas personas, afirmó que la atención a estos desplazados está entre sus prioridades.

En representación de Colombia estuvo la Viceministra de asuntos multilaterales, Adriana Mejía, quien afirmó que “la JEP opera con plena financiación e independencia y el gobierno no ahorrará esfuerzos por la protección de los derechos”, en respuesta a las intervenciones relativas al país.

Otros aprovecharon para sentar sus posiciones diplomáticas, como Estados Unidos. Con estos asuntos en el tintero, quedan dos días de Asamblea para trazar la ruta del próximo año.

Fuente: El Colombiano