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Solo 4 de cada 10 jóvenes entran en la Universidad de Medellín

Apenas 45 % de los jóvenes va a la Universidad de Medellín. De acuerdo con el Informe de Calidad de Vida de Medellín Cómo Vamos, la meta local de la ciudad en relación con la tasa de asistencia de bachilleres a la educación superior es de 53,82 %. Pero, desde 2017, el indicador está estancado en el 45 %.

Mientras en El Poblado 8 de cada 10 jóvenes van a la universidad, en la misma ladera oriental de Medellín, a unos 17 kilómetros al norte, solo 2 de cada 10 bachilleres del Popular y Santa Cruz acceden a educación superior.

Por ejemplo, cuando Marco Aurelio Duque Hoyos estaba en el último año del bachillerato, en el barrio Villa Hermosa, sus mayores inquietudes eran los motores y la electricidad. Por esa época, cuando la pregunta era “¿qué voy a hacer con mi vida?”, él y sus compañeros asistieron a algunas ferias universitarias. Pero obtenían pocas respuestas.

Duque, ahora estudiante del programa de Tecnología en Sistemas Electromecánicos en la Institución Universitaria Pascual Bravo, dice que fue “pobre” la orientación vocacional que les dio el colegio. Y acceder a la educación superior no fue, tampoco, prioridad para sus compañeros.

Para 2018 no hay una cifra exacta. La medición de la tasa de asistencia a la educación superior se realiza con información de la Gran Encuesta Integrada de Hogares, que no fue contratada el año pasado por el Departamento Administrativo de Planeación.

Sin embargo, María Clara Ramírez, directora de la Agencia de Educación Superior de Medellín —Sapiencia—, dijo que la tendencia se mantiene igual, una brecha de inequidad entre las comunas.

Ramírez agregó que en comunas como Popular (1), Santa Cruz (2), Manrique (3), Doce de Octubre (6) y San Javier (13) la tasa de asistencia se sitúa entre el 21,19% y el 43,46%, por debajo de la media. Esto, en contraste con sectores como El Poblado (14) en donde la tasa de acceso es del 81,18% o Laureles-Estadio (con el 83,46%) (ver gráfico).

Frenar la brecha
Uno de los programas con mayor despliegue para reducir esta inequidad en las zonas más vulnerables es el de becas. En ese sentido, según el informe de Medellín Cómo Vamos, la ciudad ha otorgado 53.669 cupos entre 2008 y 2018, incluyendo las del Fondo EPM, las del Presupuesto Participativo, los Fondo Enlaza Mundos y Extendiendo Fronteras y las becas de formación avanzada y tecnologías.

“Quienes se tienen que dar cuenta que Sapiencia existe deben ser los jóvenes. Si ellos entienden que sí es posible, su día a día va a cambiar. Porque hay ilusión”, dijo Ramírez al invitar a los muchachos a buscar estas oportunidades.

Dentro de las estrategias, la directora mencionó el proyecto “Del Cole a la U”, que ofrecerá clases de robótica a estudiantes de 9°, 10° y 11 basadas en ciencia, ingeniería, matemáticas y humanidades, juegos y clases en laboratorios universitarios.

Este programa beneficiará a 1.500 estudiantes de colegios oficiales en las tres instituciones adscritas a Medellín: el ITM, el Pascual Bravo y el Colegio Mayor de Antioquia. El costo es de $4.000 millones.

Entre el 16 y 18 octubre, además, se hará la feria universitaria en Plaza Mayor. La funcionaria aclaró que no se trata de repartir volantes con el pénsum de los programas en estos eventos. Por eso, dijo, los esfuerzos están enfocados en los talleres vocacionales, como los que realizarán por medio de “Del cole a la U”.

“Hay que hacer la tarea completa, llegar a los colegios y que con estos talleres los jóvenes puedan conocer sus intereses y habilidades”, dijo.

Mayor inversión
De los quince ítems de inversión en educación en Medellín (entre los que se encuentran la alimentación escolar, el pago de personal y de funcionamiento), la educación superior ocupó el cuarto lugar (con una participación del 6,7% entre 2016 y 2018, la más baja en relación con los dos periodos anteriores).

A pesar de eso, sí hubo un incremento en el presupuesto respecto a 2017: pasó de $33.425 millones a $112.981 millones para 2018.

Explicó Medellín Cómo Vamos que, si bien el acceso a la educación superior tiene como requisito que los muchachos culminen el bachillerato, el 18,6% de los jóvenes del Valle de Aburrá, unos 43.000, no son bachilleres y tampoco están estudiando.

“En consecuencia —precisa el informe— uno de los mayores desafíos para seguir ampliando la asistencia a la educación superior es garantizar que los jóvenes no salgan del sistema educativo antes de obtener el título de bachiller”.

Juan Camilo Vásquez, director de la Maestría en Educación de la Universidad de Medellín, dijo que es evidente que los jóvenes sí quieren acceder a la universidad, pero el problema sigue siendo la consecución de recursos. El investigador recomendó fortalecer las políticas estatales enfocadas al aumento de las becas, pero manteniendo e incrementando los recursos para las universidades públicas.

También pensar en currículos en los que los estudiantes no tomen todos los créditos, sino que sean más flexibles, se adapten a sus necesidades y les permitan acceder más rápido a su objetivo de formación.

En el informe Retos y oportunidades para el desarrollo sostenible de Antioquia de Proantioquia 2020-2023, la entidad destacó que el departamento tiene niveles de cobertura en educación superior (36,01%) inferiores a los de Boyacá (41,59%), Norte de Santander (41,37%) y Risaralda (41,11%) .

Fuente: El Colombiano