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Pintando de color los hogares en Antioquia

Desde el año 2016, 77 municipios antioqueños han renovado su imagen con colores y devuelto la vida a zonas degradadas por el natural envejecimiento.

El programa Antioquia Pinta en Grande nació como una estrategia de embellecimiento urbano readaptada de propuestas similares que se ejecutaron en anteriores gobiernos departamentales.

La iniciativa busca pintar los exteriores de algunos grupos de casas en todos los municipios del territorio. Hasta el momento han sido intervenidas unas 12.450 fachadas y plasmados 38 murales.

“Hacemos toda una estrategia social que ayuda a las comunidades a apropiarse y cuidar el entorno”, aseguró Diana Salazar Franco, directora de planeación estratégica de la Empresa de Vivienda de Antioquia (Viva).

La intervención, indicó, debe hacerse en bloques de casas juntas para que se vea el impacto en el mejoramiento del entorno.

Además, aunque la gente tiene posibilidad de seleccionar los colores que deseen, previamente se prepara una gama de acuerdo con temas culturales, patrimoniales o de temperatura de cada sitio.

Las familias participan de todo el proceso y los lugares a intervenir, se escogen en un trabajo hecho con los alcaldes. En algunos pueblos incluso se han pintado corregimientos.

Salazar Franco reconoció que, en lo posible, buscan primeros pisos para intervenirse. “Al ser una actividad en que participa la comunidad, por lo general no hacemos trabajos en alturas”, dijo.

Por ahora, de acuerdo con cifras entregadas por Viva, la inversión a lo largo de los tres años en que se ha ejecutado el programa asciende a $2.340 millones, siendo otorgados entre $20 y $25 millones en insumos por cada municipio.

Renovación estética y social

En Amalfi la transformación de las fachadas no solo sirvió como agente de renovación, sino que con ello se logró dejar atrás los rastros de la violencia paramilitar que estuvo presente durante años atrás en una vereda del pueblo llamada Boquerón.

Este fue el último sector que se intervino. En aquella zona hubo campamentos paramilitares y hasta el día en que se pintaron sus casas, había incluso letreros que plasmó el Eln.

Se hizo un mural y se pintaron todas las residencias de ese sitio. “Queríamos cambiarle el rostro a una zona que fue muy afectada por el conflicto y en donde aún se sentía el ambiente del pasado”, comentó Diego Ríos Carmona, director comunitario local.

“Cuando la gente vio la movilización que hicimos, quedaron convencidos y se unieron. Fue una fiesta”

El Colombiano