Cuando se dijo que Eliober Castañeda representaba la precandidatura de la Mesa Minera a la alcaldía de Segovia, tras renunciar a su presidencia, no fue una afirmación lejana a la realidad, pues algunos miembros de esa asociación integran el comando de campaña del aspirante para la recolección de firmas a su favor.
Por David Cardona
En el lanzamiento del proceso de recaudación de rúbricas, por parte del grupo significativo de ciudadanos “Somos Segovia, Somos el Pueblo”; la secretaria de la Mesa Minera fue una de las que hizo parte de la jornada, a pesar de no haber renunciado al gremio que defiende la minería ilegal.
Es decir, siendo parte del gremio, participa como voluntaria de la campaña para recoger firmas que apoyen la candidatura de Castañeda para intentar llevarlo a ser la máxima autoridad local.
Esa parece ser la evidencia de cuánta influencia de la minería ilegal habrá en la eventual candidatura a la alcaldía y qué atribuciones tendrán los personeros de esa actividad ilícita si logran hacerse con la administración municipal.
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Las denuncias son el posible control de la administración municipal, a favor de permitir el crecimiento de la minería ilegal, lo que también promovería mayor proliferación de grupos irregulares que se sostienen económicamente con esa actividad.
Eliober Castañeda nunca se ha desmarcado de la Mesa Minera en su proceso político. Desde que renunció como su presidente, a finales de 2018, ha dicho públicamente que su intención es llevar al poder a esa organización, en la que muchos de sus trabajadores permanecen como explotadores de oro en minas invadidas tanto en Segovia como Remedios.
La Mesa Minera se ha caracterizado por reunir a trabajadores de la minería que se niegan a formalizarse y abandonar las minas invadidas de titulares privados legales tanto en Segovia como en Remedios.