El expresidente de la Mesa Minera, Eliober Castañeda, dijo que esa asociación, que apoya al explotación ilícita, no fue la que generó las explosiones del pasado fin de semana en la mina Sandra K de Gran Colombia Gold.
Castañeda atribuyó el uso de explosivos a un grupo de ilegales llamados Los Peruanos.
Pero en el documento publicado el fin de semana, la nueva versión de la Mesa Minra sostiene que fue la multinacional la que cometió la irregularidad, justamente la que denunció el uso de dinamita y evacuó a 300 empleados.
Sin embargo, fue la compañía la que informó en una emisora radial sobre el riesgo de derrumbe en la mina Sandra K, debido a los estallidos que llevan más de 2 años en La Rubiela, que controla la mesa.
Castañeda es socio de esa unidad. Por eso, salió al paso a señalar sobre los delitos a Los Peruanos, para intentar lavarse las manos sobre el uso indiscriminado de material explosivo.
La invasión de minas es la premisa de la Mesa Minera
El proceso de legalización de las unidades mineras que operan al margen del Estado no es una opción para la Mes Minera. El comunicado lo deja claro.
“Nuestra defensa tiene un único propósito y es que no nos exterminen con falsos contratos, totalmente leoninos y auspiciados por las autoridades”.
Pero la realidad es que Gran Colombia Gold debió abandonar las operaciones en Sandra K para resguardar la integridad de los trabajadores y evitar conflictos con los mineros ilegales.
Los trabajos siguen paralizados, hasta tanto se resuelva la situación en ese yacimiento, actualmente bajo vigilancia de la multinacional.