Si hay una dependencia destacada en la Gobernación de Antioquia, por sus niveles de ejecución presupuestal ($561.000 millones, 82% en los gastos de inversión, con corte al 30 de noviembre pasado), es la de Infraestructura, según reporte de la misma administración.
Pero, más allá de ese indicador, dicha secretaría ha sido clave en la ejecución de los pocos proyectos detonantes que han cumplido metas, hasta el momento: la pavimentación de vías campesinas y secundarias.
Al frente de esas obras, y otras que recibió el gobierno seccional con insípidos porcentajes de ejecución y en fase de contratación—como los túneles de Oriente y el Toyo— ha estado, desde 2016, el titular de esa oficina Gilberto Quintero.
El funcionario, en tanto destaca los avances, acepta que hay puntos críticos en las carreteras que no se solucionarán en este gobierno y que no cuenta con los recursos suficientes para cubrir otras necesidades. Advierte que este año el derrame de valorización y las alianzas público privadas, serán figuras claves en la ejecución de proyectos.
La red vial de Antioquia sigue siendo crítica, ¿por qué?
“En los primeros meses de 2016 ya teníamos el programa de los 1.000 km de vías terciarias y campesinas y en 2018 se dio ese logro, uno de los proyectos detonantes, ejemplo para el país, y que ha tenido la participación de más de 120 municipios.
Es un ejemplo porque se demostró que trabajando con comunidades se pueden hacer proyectos, y salen más baratos, además los recursos rinden para seguir trabajando en otras zonas rurales.
Lo otro es en las vías secundarias. Se ha trabajado, por ejemplo, en la pavimentación de Nariño-Argelia, y la terminación de Abejorral por la zona el Guaico.
En el Norte, en Campamento se pavimentaron 2 km que faltaban, se trabaja en Armenia Mantequilla y Heliconia que nunca vieron pavimento hacia su cabeceras. Con el programa de Luis Pérez y recursos de Isagén se está logrando intervenir hasta el alto del Chuscal.
Continuamos con la pavimentación de Anorí- Limón, por valorización. Un proyecto de 33 km y un costo de $65.000 millones. La gran contribución es de EPM y se viene cumpliendo con el proceso. Tendremos este año a Anorí conectando con la troncal del Nordeste”.
El departamento tiene 1.000 puntos críticos, muchos son fallas geológicas. ¿Alcanzarán a solucionarlos?
“Siempre hay asuntos pendientes. Por ejemplo, la limitación de recursos para seguir mejorando sitios críticos. Es fundamental atenderlos.
Hay dos o tres sitios con unas fallas geológicas impresionantes: una en la vía que comunica El 3 con San Pedro de Urabá, a la altura del alto de Mulatos. Es casi de 7 km y obliga a hacer la vía por un trazado diferente.
Otra falla es de Uramita a Peque. Un problema de una cantera que fue abandonada y en ese sitio hay desprendimiento permanente de roca y material, agravado por las lluvias. Esto hace que la comunidad quede aislada por momentos.
La otra es en el sitio El 5, del municipio de Fredonia. Cerca a ese punto atendimos una grave, pero la zona presenta inestabilidad en más sectores. En San Francisco, también hay problemas, que hemos atendido, pero se deben seguir interviniendo.
Para completar, en Nechí los problemas son complejos. Cada que hay invierno se inunda y afecta la comunicación en la vía Caucasia- Colorado – Nechí. Un problema con el que hay que convivir hasta que se le busque solución con el Gobierno Nacional”.
¿Y en qué quedaron otras vías en el Magdalena Medio y Oriente que no han sido intervenidas?
“Para estas, después de muchos retrasos, logramos con participación de comunidad y administraciones locales implementar proyectos fundamentales de pavimentación con recursos de valorización.
Por ejemplo, Puerto Nare – Puerto Triunfo, de 54 km. Allí se hizo el estudio de valorización, la distribución, y ya están pagando los beneficiados. Los municipios se comprometieron a aportar para el proyecto y el Departamento también aportará.
Es un proyecto que tiene un costo de $110.000 millones; la capacidad de pago de los contribuyentes era de $85.000 millones, entonces se logró, por decisión del gobernador, que se completaran los recursos para comenzar este año la pavimentación.
Igual sucede con la pavimentación de Puente Iglesias – Líbano, en Támesis, que son 27 km con un valor cercano a $45.000 millones. Departamento y Municipio aportaron recursos, lo otro es con valorización. Se hará en 2019.
Ya en el Oriente, en El Retiro, hay otros dos proyectos de valorización: Carabanchel- La Arcadia y otro en la zona de Puro Cuero. También ya se hizo distribución de valorización y este año se ejecutará”.
¿Quiere decir que financiarán los proyectos del último año de gobierno con valorización?
“En lo que tiene que ver con valorización, en 2018 logramos recuperar esta figura, trabajar mancomunadamente con las comunidades y municipios y será posible invertir esos recursos que son del orden de $190.000 millones en pavimentación de estas vías”.
¿Cómo harán el derrame de valorización sin afectar el bolsillo de los campesinos?
“Hay un estatuto que fue creado por la Asamblea Departamental. Por ejemplo, en Anorí- Limón, el 90 % de la distribución la paga EPM, el otro 10 % le corresponde a finqueros, haciendas asentadas.
Los campesinos que obtienen el sustento de su tierra, no pagarán. El que tenga una finca de recreo pagará poco. El estatuto contempla la posibilidad de que mientras la gente viva de la tierra, no hará contribución”.
Entonces, ¿los campesinos estarán exentos?
“La valorización se les distribuye, pero a ellos (los campesinos) se les suspende. Solo cuando vayan a vender la tierra, ahí sí les aparecerán obligaciones, porque le dará otro uso.
Hay indicadores que determinarán cómo se paga. Puede haber una finca de recreo, al propietario se le estudia lo que tiene y cuánto debe pagar. A alguien que tenga 100 hectáreas se le analizan las condiciones del terreno, si es plano, montañoso, si tiene agua, si es productivo y se establecen los montos a distribuir”.
Al principio del gobierno, se habló de financiar grandes obras en el Oriente de Antioquia con Alianzas Público Privadas (APP). Esa figura aún no se ve. ¿Qué pasó?
“Es una apuesta regional que se hizo con proyectos importantes para el desarrollo del Oriente, que necesita más espacios para la circulación de vehículos y crecimiento urbanístico.
Tenemos en el Ministerio de Hacienda dos propuestas que han tenido observaciones, y que hemos atendido. Pedimos es que el Gobierno Nacional nos ayude a agilizar y emitir el concepto favorable por los riesgos que evalúan”.
¿Cuáles son esos proyectos, serán viables?
“Sancho Paisa – El Tablazo, de 13,4 km en doble calzada con una circulación de 80 km por hora y una inversión cercana a $1 billón. No habrá recursos del Departamento y la empresa privada está generando desarrollo, hace algo que le correspondía al Estado, bajo su propio riesgo.
Queremos que el Gobierno nos ayude para que estas inversiones se puedan realizar y que el Departamento, que no puede poner esa plata, se beneficie.
Lo mismo con Marinilla- El Peñol- Guatapé, que son 34 km de mejoramiento de la vía existente y construcción de un tercer carril. Con APP regionales, con capacidad de esas empresas, se puede desarrollar. La ingeniería antioqueña ha sido responsable con estos procesos y será capaz de sacar adelante los proyectos”.
Otro dolor de cabeza son los daños en Las Palmas, ¿qué harán al respecto?
“Esta es una vía con una condición especial. Desde Chuscalito a Sancho Paisa, anteriormente le correspondía a Invías (la Nación), pero se la entregaron a Antioquia con recursos para que el Departamento hiciera la segunda calzada, que se hizo en 2007.
Ahora no ha sido posible que el Gobierno Nacional la reciba nuevamente, así como tampoco lo ha sido que reciba la antigua Carretera al Mar, que comunica Medellín con Palmitas y San Jerónimo, con muchas dificultades.
Hoy Palmas es responsabilidad de la Gobernación de Antioquia, aparentemente hace parte de la concesión túnel de Oriente, pero ellos la intervienen cada que el Departamento aporta recursos.
Estamos en conversaciones con el concesionario a ver si es posible que la incluyan definitivamente en su mantenimiento, porque hay que hacérselo periódicamente en los 17 km, por dificultades en viaductos y grietas.
Vamos a atender, a partir del 20 de enero, el problema que hubo hace poco de un asentamiento en uno de los viaductos. Se convino con el concesionario la intervención, pero queremos que ellos puedan hacer mantenimiento adecuado desde Sancho Paisa hasta Chuscalito”.
¿Le preocupa que Invías diga que no tiene recursos para hacer la conexión del túnel del Toyo?
“Es preocupante, porque el túnel del Toyo es un proyecto de 38 km, entre los que están los 18 km que hacemos entre Antioquia y Medellín, pero a la Nación – hay un convenio firmado con Invías -, le corresponde la ejecución de esos 20 km de Santa Fe de Antioquia hasta el portal de la entrada por Giraldo.
Y preocupa, porque el proyecto es integral. No es el túnel del Toyo solo, sino con esos 20 km que sirven para que haya conectividad en la doble calzada que está haciendo Mar 1, que va desde San Cristóbal hasta Santa Fe de Antioquia, en las construcciones de los Pacíficos 1, 2 y 3 que vienen por todo el Suroeste y pasan por Santa Fe de Antioquia para conectar, en el río Tonusco, con el túnel y salir a Cañasgordas.
El gobernador hizo la solicitud al Gobierno Nacional para que esos recursos sean asignados, para que cuando se termine la construcción del túnel también concluya la de esos 20 km. Eso no es para Antioquia ni Medellín, eso es para la competitividad del país, el desarrollo y la internacionalización”.
¿Qué obras de infraestructura verán la luz este 2019?
“Se pondrá en funcionamiento el túnel de Oriente. Es una de las grandes ilusiones, y ya es realidad. Segundo, vamos a entregar la pavimentación de vías secundarias, en el cumplimiento del Plan de Desarrollo de pavimentar cabeceras de municipios.
Tercero, seguiremos haciendo más vías campesinas para recuperar el campo, cofinanciando a los municipios que trabajan en estos procesos de desarrollo de infraestructura. El proyecto Puerto Nare- Puerto Triunfo, que tendrá vigencia hasta 2020, se dejará avanzado” .
El Colombiano