Sin ánimo de ser sensacionalistas, hasta el día de hoy, $ 2.5 billones de dólares se han gastado en la guerra contra las drogas, pero el consumo mundial de cocaína sigue creciendo. Mientras haya demanda, la cocaína será fabricada y distribuida, independientemente de su elevado costo para las personas y para el planeta.
A pesar del aumento de conciencia pública frente al consumo de estupefacientes, el glamour y la sensualidad que evoca la cultura entorno a la cocaína ha logrado protegerse y la marca sigue desafiando y logrando el éxito.
Escribiendo el último capítulo sobre la cocaína
¿Y si América Latina ya no estuviera definida por el producto de la cocaína, y más bien, sea redefinida por una economía basada en la creatividad y la innovación?
La estrategia ”Debrand”
Esta no es una campaña antidrogas, nos inspira el éxito de los esfuerzos y acciones realizadas para crear conciencia frente al entorno que crea el tabaquismo, los plásticos, la conducción bajo los efectos del alcohol, el marfil, y el azúcar. Cada una de estas acciones ha tenido éxito y ha logrado que los consumidores cambien de mentalidad y tengan una preocupación personal por las consecuencia que conlleva el consumo de los anteriores productos, logrando que las personas tengan un enfoque más global y de responsabilidad compartida.
El Debrand de la Cocaína está diseñada para cambiar la percepción de la gente y sus elecciones entorno a la cocaína, mientras que simultáneamente incrementa la regeneración de una economía activa que pueda sobrepasar y reemplazar la cocaína como el producto que más se exporta desde América Latina.
Objetivos del Debrand de la cocaína y Rebrand de Latinoamérica
1. Debrand de la cocaína
Crear campañas y contenidos innovadores que impulsen la conciencia global, entorno a las cuestiones ambientales, sanitarias, sociales y geopolíticas vinculadas a la producción y proliferación cocaína, para reducir su demanda y consumo, particularmente en su mayor área de mercado, Estados Unidos.
2. Invertir en la economía
Catalizar coaliciones para hacer inversiones considerables y diversas en innovación,
espíritu empresarial, cultura y medio ambiente en Latinoamérica para reemplazar y superar el control de la cocaína sobre la economía.
3. Rebrand de Latinoamérica
Cambiar la percepción global de la región y replantear la narrativa de Latinoamérica, especialmente de países “malos actores” a países “contribuyentes globales”.