La cruzada del Ciffa -Comité Interinstitucional de Flora y Fauna de Antioquia- para evitar el tráfico de especies silvestres y el uso de la palma de cera para actos religiosos en Semana Santa ha dado algunos frutos, sin que todavía se tenga un consolidado de las especies que han logrado ser recuperadas en los operativos de control.
Del Ciffa hacen parte las corporaciones ambientales Corantioquia, Cornare, Corpourabá, Área Metropolitana, la Policía y el Instituto Colombiano Agropecuario (ICA), entre otras autoridades, cuya función es velar por el buen uso de los recursos naturales y evitar el tráfico y el maltrato a las especies silvestres.
Este año el Ciffa adelanta la campaña “Mi compromiso natural”, que en todas las carreteras y ejes viales incrementó la operatividad buscando no solo incautar especies silvestres sino también educar a los ciudadanos -especialmente viajeros- sobre el cuidado de los recursos naturales.
La secretaria del Medio Ambiente de la Gobernación, Lucy Rivera Osorio, recalcó que “el compromiso de proteger la fauna y la flora silvestres no es solo de las entidades sino de toda la ciudadanía”.
Admitió que las campañas anteriores han arrojado buenos resultados, pero se siguen presentando casos de tráfico de especies y uso inadecuado de los recursos ecológicos.
Foco en la palma de cera
La palma de cera, cuyas ramas tradicionalmente han sido usadas para las procesiones, ha sido foco especial de la campaña, buscando que en lugar de cortarles la vida a estos árboles, mejor se siembren especies. Con apoyo de la Universidad Católica del Norte y la Diócesis de Santa Rosa de Osos, se repartieron 21.700 plántulas ornamentales para ser llevadas a las procesiones y luego sembradas una vez terminadas las celebraciones.
La palma de cera es un símbolo nacional, hábitat del loro orejiamarillo, una especie de alto valor ecológico.
La directora de Corantioquia, Ana Ligia Mora, recalcó que esta vez, más importante que las incautaciones, es que “la comunidad entienda que el ecosistema es de todos, que no se trata de sustituir la palma por otros árboles, sino mejor que se siembren especies”.
Fauna incautada
En cuanto a animales silvestres, en los días santos se han logrado algunas recuperaciones. Una se dio en Puerto Berrío, donde una familia tenía en cautiverio un ocelote juvenil (Leopardus pardalis, conocido como tigrillo), el cual quedó en poder de Corantioquia para recuperarlo y regresarlo a su hábitat.
Esta misma corporación logró el rescate de una lora frente amarilla de la especie Amazona ochrocephala, que fue incautada en un puesto de control instalado en jurisdicción de Santa Rosa de Osos.
En Zaragoza, habitantes de la localidad hallaron un puerco espín (Coendou prehensilis) que tenía signos de maltrato. Inicialmente, el animal fue llevado a un centro veterinario de Caucasia, pero la gravedad de su estado obligó a que fuera remitido al Centro de Valoración de Fauna Silvestre de Medellín, donde se busca su recuperación para intentar retornarlo a su espacio natural.
También, en el aeropuerto de Rionegro, Cornare quedó en poder de Guácharo (Steatornis caripensis), que fue entregado por una mujer de 21 años tras se detectada en un puesto de control de la Policía.
Fuente: El Colombiano