Era diciembre del 2022 y la comuna siete vivía una difícil situación de bandas criminales
La ciudad de la eterna primavera presenciaba un nuevo capítulo en su compleja historia de violencia. Apenas comenzaba el 2019, en un operativo conjunto entre las autoridades colombianas y de Republica Dominicana, caía uno de los hombres más buscados por la justicia: Julián Alberto Monsalve, alias “machete”, cabecilla de la temida organización criminal Robledo.
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“Machete”, un nombre que resonaba con terror en las comunas 7 y 13 de Medellín, era señalado como el responsable de decenas de homicidios. Su captura, celebrada en su primer mandato por el alcalde Federico Gutiérrez, era un golpe certero a una estructura criminal que había sembrado el caos en la ciudad.
“Este criminal vivía como un rey en República Dominicana”, denunciaba Gutiérrez, subrayando la ironía de que mientras “machete” disfrutaba de una vida de lujos, sus hombres se enfrentaban a muerte en las calles de Medellín. El mandatario local hacía un llamado a los jóvenes reclutados por estas bandas, instándolos a abandonar una vida marcada por la violencia y la muerte.
La investigación reveló qué, desde su escondite en Punta Cana, “machete” seguía impartiendo órdenes a sus subalternos, ordenando asesinatos y manteniendo el control sobre su territorio. Su caída era un duro golpe para la Odin Robledo, una organización criminal con una larga historia de violencia y extorsión.
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Pero la historia de Machete no terminaba ahí. Días después de su captura, la Fiscalía General de la Nación le imputaba nuevos cargos por los delitos de desplazamiento forzado y extorsión. Según la denuncia, en 2014. Este hombre había obligado a dos comerciantes a abandonar su negocio y el barrio, sometiéndolos a un constante hostigamiento y extorsión.
La captura de Julián Alberto Monsalve era un claro mensaje: la justicia alcanzaba a los criminales, incluso a aquellos que creían estar a salvo en el extranjero. Sin embargo, la compleja realidad de Medellín indicaba que la lucha contra el crimen organizado era una batalla constante y que la caída de un líder no significaba el fin de una organización.
Era diciembre del 2022 y la comuna siete vivía una difícil situación de bandas criminales. En el mes de diciembre se conoció una carta en la cual algunos grupos criminales habría acordado un cese a la violencia.
A través de un derecho de petición dirigido a un medio de comunicación local, Julián Jiménez Monsalve, alias ‘Machete’, uno de los que aparecía como firmante de la carta junto a Freiner Alonso Ramírez, alias ‘Carlos Pesebre’, y Luis Aníbal García, alias ‘Maicol’, aseguró que nunca “ha acordado ni celebrado ningún pacto alguno con los otros señores que mencionan, pues no soy miembro ni líder de organización al margen de la ley y grupo o banda delincuencial”.
Monsalve, quien se encuentra actualmente recluido en la cárcel La Picota en Bogotá, manifestó que ese tipo de cartas e informaciones que circularon afectan el proceso judicial que afronta en relación con esas estructuras ilegales, tras ser capturado el pasado 17 de enero de 2019 en Punta Cana, República Dominicana.