Mediante la construcción de viveros y el fomento de actividades de apicultura, se busca aprovechar 200 hectáreas de tierra que fueron deterioradas por la minería de oro. Estas obras, además de ser ambientalmente beneficiosas, también repercuten de forma directa en la economía de la región y en el beneficio de 120 familias, algunas de ellas víctimas del conflicto armado.
El proyecto se lleva a cabo con el Consejo Comunitario Villa Grande, parte del corregimiento de Puerto López, en el municipio de El Bagre y los recursos fueron aportados por el Departamento y la asociación Masbosques.
También, el programa Oro Legal de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (Usaid), coopera en la iniciativa a través de acompañamiento técnico y la articulación del trabajo entre las demás instituciones.
“Vamos a implementar actividades apícolas y forestales que permitirán a las familias contar con ingresos para su subsistencia”, dijo Oiden Julio Vergara, representante legal del Consejo Comunitario Villa Grande, resaltando el compromiso con la comunidad.
Cabe resaltar que en dicha zona, al igual que en el corregimiento Resguardo Indígena Vegas de Segovia, ubicado en el municipio de Zaragoza, hay varias familias afectadas por el conflicto armado, que además están siendo atendidas por la Unidad para la Atención y Reparación de Víctimas.
Como posibilidad de impulso para la economía de la zona y alternativa laboral para la población, se entregaron 600 colmenas a veinte familias de la región, para la generación de productos con base en la cría de abejas.
Los recursos que se generen por la actividad de los viveros y por la producción apícola, serán destinados en su totalidad a las personas que allí laboren, como mejora a la calidad de vida en la zona.
El Espectador