En medio de una creciente que ya había tumbado su casa y arrastrado todas sus cosas materiales, a Marlon David Córdoba (19 años) le sobró valor para salvar las vidas de cuatro niños que la corriente amenazaba con llevárselos. Dice que, en ese momento, le importó más la vida que los enseres.
“Ya el río (Medellín) se había llevado mi casa y busqué salvar mi vida, me colgué de una reja y me aferré fuerte, pero vi el peligro de esos niños y como pude me subí a la casa de los vecinos a sacarlos”, contó Marlon, residente de la única vivienda arrastrada por las aguas.
El desastre ocurrió la noche del domingo en el barrio La Inmaculada, cuando hacia las 6:30 de la tarde, tras más de tres horas de lluvia intensa, el río rebosó su cauce y empezó a serpentear por el barrio invadiendo calles, callejones y viviendas. Casi ningún hogar de esta zona se salvó de ser afectado por la corriente.
“Yo nací en esa casa, ahí vivía con mi papá, no nos quedó nada, nos toca esperar a ver cómo nos colaboran porque no tenemos a dónde ir”, relató.
Los jóvenes Anderson Muñoz y Daniela García, sus vecinos, le agradecen que les haya salvado a su hija: “nosotros vivimos hace ocho años juntos, todo el esfuerzo, lo que habíamos conseguido, se perdió porque quedamos sin camas, sin electrodomésticos y hasta sin ropa, pero al menos está nuestra niña y estamos vivos”, relató Anderson.
Balance de la situación
Hernán Darío Restrepo, secretario de Gobierno de Caldas y alcalde encargado, indicó que hacia el mediodía de ayer se seguía evaluando la situación en la localidad, en la que además de La Inmaculada, también sufrió inundaciones el barrio Andalucía.
“El balance parcial es de 150 familias afectadas. En Andalucía se creció la quebrada y se inundaron entre 20 y 30 casas; en La Inmaculada son 120 familias afectadas. Nuestro comité municipal de gestión de riesgo evalúa la situación para determinar las acciones a seguir”, señaló Restrepo.
Dolly del Socorro Yepes, de 69 años, tuvo que salir de su casa y no puede ingresar a sacar el barro y el agua, como lo hicieron ayer todas las demás familias afectadas, porque su vivienda corre riesgo de desplomarse. “Los bomberos me la sellaron, porque los muros se embombaron y si se cae conmigo adentro puede pasar lo peor”, advirtió.
Zona de invasión
La Inmaculada es considerado por la alcaldía de Caldas como un barrio de invasión, construido a la orilla del río, en área prohibida.
“Ellos saben del riesgo, se ha trabajado el tema pero las soluciones son muy difíciles”, dijo Restrepo. La asistencia se limita a llevarles mercados y kits de ayuda humanitaria, pero un plan de reubicación o de intervención estructural en el barrio no lo hay.
La teniente Gladys González, comandante de bomberos Caldas, señaló que no hubo heridos ni víctimas fatales.
“Estamos recuperando el sector, con apoyo de la comunidad. De la alcaldía llegaron volquetas y maquinaria para sacar los escombros”, señaló.
Un total de 60 miembros de los cuerpos de socorro, con apoyo de soldados y policías, laboraron ayer sin descanso evacuando lodo, escombros y material arrumado en las calles y las viviendas.
Han sido varias las inundaciones que ha sufrido La Inmaculada a lo largo de 40 años, “pero esta ha sido la peor, prácticamente a todos nos dejó en la ruina”, se lamentó Hugo Rodríguez, mientras con una pala sacaba el lodo de su casa.
Fuente: El Colombiano