EPM envió ayer una comunicación oficial a Hidroituango S.A., sociedad propietaria del megaproyecto, mediante la cual le informó que comenzará a trasladarle todos los costos originados por la contingencia, es decir, los generados a partir del 28 de abril de 2018.
Indicó que seguirá al frente de la atención de la contingencia; sin embargo, afirmó que “se hace necesario realizar el traslado de los valores mencionados, teniendo en cuenta que los mismos corresponden a costos propios de la construcción del proyecto”.
Argumentó que esta decisión está enmarcada en lo dispuesto por el contrato Boomt (sigla en inglés de “construir, operar, mantener, explotar comercialmente y devolver” a los 50 años la central). A su vez, añadió, se deriva de los resultados obtenidos del análisis de causa-raíz realizado por la firma noruego-chilena Skava Consulting, según los cuales, la hipótesis más probable es que la obstrucción del túnel auxiliar de desviación se debió a la erosión progresiva de una zona del piso del túnel, para la cual el diseñador no dispuso el tratamiento adecuado.
De acuerdo con el contrato Boomt, indicó EPM, los riesgos asociados al diseño y al diseñador “son responsabilidad de Hidroituango S.A.”.
Sobrecosto de $2,8 billones
El valor estimado del megaproyecto, antes de la emergencia, era de $11,4 billones. Sin embargo, la contingencia disparó los costos. John Maya, vicepresidente Ejecutivo de Gestión de Negocios de EPM, dijo el jueves que la obra terminaría valiendo $14,2 billones, es decir, $2,8 billones más.
La cifra definitiva solo se tendrá cuando concluya la atención de la contingencia. Se estima que son 2,3 billones de pesos.
La sociedad responde
El 28 de agosto pasado la junta directiva de la sociedad le envió una misiva a EPM en la que le informó que los costos de las obras y de las acciones adelantadas durante el periodo de contingencia no se tomarían como parte de los costos totales del proyecto.
Gustavo Jiménez, gerente de la sociedad propietaria, le dijo ayer a EL COLOMBIANO que las posiciones quedaron muy claras: para la Sociedad la contingencia no es excusable, mientras que para EPM sí.
“Como no es excusable, la Sociedad no acepta los costos generados por la contingencia”, dijo. Explicó que de no lograrse un arreglo amigable, un tribunal de arbitramento resolverá las diferencias técnicas y financieras, tal como lo prevé el contrato Boomt.
Sobre el argumento de EPM de que el riesgo de los diseños de Hidroituango eran asumidos por la Sociedad, Jiménez contestó que se trataba de los diseños iniciales, no de los que se realizaron después.
“La Galería Auxiliar de Desviación, el túnel que se derrumbó, no estaba dentro de los diseños iniciales. Esa galería la hizo EPM después cuando consideró que era necesario desviar de nuevo el río. Eso fue responsabilidad de ellos. Si hubiese fallado uno de los dos túneles originales, sí era nuestra responsabilidad”, finalizó .
Fuente: El Colomabiano