Por todo lo que ha ocurrido desde que salió de la cárcel hace dos años, a Mauricio Alberto Zapata Orozco, alias “Chicho”, solo le quedaban dos caminos: la muerte a manos de sus antiguos socios, o regresar a prisión para purgar nuevos delitos.
Por eso cuando los comandos de la Policía entraron a su apartamento, después de someter a mazazos la puerta blindada, el hombre de 38 años se rindió. Sometido en el suelo, mientras le ponían las esposas, les pidió a los agentes que terminaran rápido el procedimiento para que sus hijos no lo vieran.
Los investigadores le venían siguiendo la pista desde hacía un año, por ser considerado uno de los cabecillas de “la Terraza” y estar al frente de dos violentas disputas: la primera, contra una disidencia de la organización; y la otra, con la banda “la Viña”. Dichas confrontaciones han dejado cerca de 20 muertos en Medellín, Envigado, Sabaneta y San Jerónimo, desde 2018.
La vigilancia se concentró en su esposa, a quien siguieron cuando conducía un automóvil e ingresó a una urbanización del sector La Calera, en El Poblado, a la 1:00 de la madrugada del pasado miércoles. Según el director de la Dijín, general Ricardo Londoño, “Chicho” iba escondido en ese vehículo, por lo que cuatro horas más tarde ordenó el operativo de captura.
En ese lugar, pagando un arriendo mensual de $6 millones, vivía el sospechoso con su familia. En el allanamiento, le encontraron una pistola 9 m.m. con tres proveedores.
Tras el arresto, el alcalde Federico Gutiérrez declaró que había caído “uno de los personajes más peligrosos de la ciudad” y que con él ya sumaban 135 capturas de cabecillas de bandas durante su mandato.
Historia de violencia
El general Londoño recordó que algunos familiares de “Chicho” integraron la primera generación de “la Terraza”, en los tiempos del cartel de Medellín, y que el procesado llevaba por los menos 20 años de carrera delictiva; incluso trabajó para los paramilitares de las Autodefensas Unidas.
Había sido capturado en 2012, cuando transportaba siete pistolas en la caleta de un carro. En consecuencia, el Juzgado Primero Penal del Circuito Especializado de Medellín lo condenó a 12 años y seis meses por tráfico de armas.
A pesar de esto, Zapata solo estuvo cinco años y ocho meses tras las rejas, y regresó a la libertad en noviembre de 2017. Debido a las detenciones de otros jefes, ascendió en la jerarquía hasta convertirse en integrante de la cúpula.
El 22 de mayo de 2018 fue víctima de un atentado, cuando un par de sicarios le propinaron disparos en sus piernas, en un establecimiento público del barrio Estadio.
Los mercenarios, según la Dijín, fueron enviados por alias “Tréllez”, quien hasta ese momento había sido socio de “Chicho”; a partir de allí, ese personaje iba a liderar una disidencia de “la Terraza”.
La guerra entre ambos no se hizo esperar. Tal cual denunció EL COLOMBIANO, la pelea dejó 14 muertos y ocho heridos entre mayo de 2018 y enero de 2019, en especial en Envigado, Sabaneta y las comunas Manrique y Aranjuez.
Además de esto, “la Terraza” también está en conflicto contra “la Viña”, una banda que en el pasado sirvió a sus intereses, pero que desde 2012 declaró su independencia en el barrio Manrique. Esta disputa, que inició en diciembre, ha dejado cinco muertos y cuatro heridos, según las autoridades.
Entre los lesionados está Luis Henry Jaramillo Jiménez (“Luis el Paraco”), uno de los presuntos jefes de ese combo, quien sobrevivió a dos atentados en su vecindario, en diciembre 1° y febrero 27.
¿Qué sigue?
Ayer se realizaron las audiencias de control de garantías, ante el Juzgado Segundo Penal Ambulante de Antioquia. La Fiscalía le imputó el cargo de concierto para delinquir agravado, el cual “Chicho” negó. Luego le dictaron medida de aseguramiento en la cárcel.
Claudia Carrasquilla, directora de Fiscalías contra la Criminalidad Organizada, indicó que al detenido lo investigan por su presunta participación en 18 homicidios, que podrían ser imputados más adelante.
Aunque se trató de un golpe importante, investigadores consultados por este diario señalan que no cambiará mucho la estructura interna de “la Terraza”. La facción delinque hoy en el nororiente y el centro de Medellín, así como en las subregiones antioqueñas del Oriente y Suroeste, con negocios de narcotráfico, sicariato, extorsión, desplazamiento y cobro ilegal de deudas.
Los principales jefes del grupo manejan la banda desde las cárceles, y en la calle hay otros líderes ya listos para asumir las riendas, como “Guasón”, “Keiler” y “Jojoy”.
Fuente: El Colombiano