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Ataque sicarial en El Poblado fue retaliación entre narcos del Caribe

Una supuesta retaliación por asuntos de narcotráfico, entre organizaciones delictivas de la Costa Caribe, es la principal hipótesis que manejan los investigadores judiciales sobre el asesinato en Medellín de un ciudadano cartagenero, quien acababa de aterrizar en el aeropuerto José María Córdova de Rionegro.

El crimen sucedió a las 5:20 p.m. de este viernes, cuando Wilfrido Ortiz Coneo, de 32 años, viajaba en un taxi con una acompañante de 21. Según el reporte inicial de la Policía, provenían de la ciudad de Cartagena y se dirigían hacia una suite que habían reservado en un hotel de El Poblado.

Abordaron el vehículo de servicio público en la terminal aérea y bajaron por la vía Las Palmas hacia el suroriente de la capital antioqueña. Al ingresar a la Loma de los Balsos, fueron perseguidos por un automóvil Chevrolet Aveo gris, que trataba de obstruirles el paso acelerando de forma brusca.

En ese momento, en inmediaciones de la calle 12sur con la carrera 18, se arrimaron dos sicarios en una motocicleta de alto cilindraje y acribillaron a Ortiz Coneo. El pasajero recibió más de 10 disparos en el pecho y los brazos. La mujer, una estudiante cartagenera de Diseño de Modas, sobrevivió a un proyectil que le atravesó el pie izquierdo.

El general Eliécer Camacho, comandante de la Policía Metropolitana del Valle de Aburrá, señaló que “dentro de la investigación, la víctima al parecer tenía algunas anotaciones por narcotráfico. Nuestras unidades en el departamento de Bolívar están verificando esa información”.

Fuentes de Inteligencia informaron a este diario que el difunto Wilfrido Ortiz Coneo, apodado “el Monito”, era investigado por su presunta participación en una organización dedicada al tráfico de drogas hacia el exterior, desde los puertos del Caribe, denominada el Clan Coneo.

Dicha banda estaría en una pugna contra “los Pachenca” y “los Santa”, dos violentas facciones con base de operaciones en Santa Marta, que al parecer exigen la devolución de 1.7 toneladas de cocaína, producto de una mala negociación entre narcos.

Debido a ese conflicto, el pasado 17 de enero asesinaron en Cartagena al supuesto narcotraficante Roberto Meléndez Vallesilla, alias “el Caracol”. Según registros de prensa, ese día conducía una camioneta Ford Explorer con placa de Sabaneta, y cuando transitaba por el barrio Pie de la Popa fue atacado por mercenarios motorizados que le dispararon a través de la ventanilla.

De acuerdo con la hipótesis que analizan las autoridades, “el Caracol” sería socio de “el Monito” y sus muertes estarían conectadas.

El secretario de Seguridad de Medellín, Andrés Tobón, recalcó que la investigación apenas está en curso, aunque todo indica que se trata de una situación ajena a la ciudad, “derivada de las actividades de la víctima en Cartagena”.

Fuente: El Colombiano