Seis presuntos cabecillas del crimen organizado han muerto este año en el Valle de Aburrá, situación que ha producido reacomodos y transiciones en el bajo mundo.
El caso más reciente es el de Elkin Benítez Vargas (“Turrón”), desmovilizado de las Autodefensas y líder de la banda “la Sierra”, quien murió durante un operativo policial el pasado miércoles 24 de julio.
Los comandos lo sorprendieron en un campamento semirrural, ubicado entre La Sierra y el corregimiento Santa Elena de Medellín, donde se presentó un intercambio de disparos que terminó con su muerte.
Su funeral fue masivo en el cementerio de San Pedro, con quema de pólvora y disparos al aire. Las detonaciones se repitieron en las calles de su antiguo barrio durante dos días.
Según fuentes policiales, en la cúpula de “la Sierra” hay varios posibles sucesores, como alias “Rata Mona”, “Ballena” y “Guacho”.
Los demás cabecillas murieron en supuestos ajustes de cuentas entre estructuras criminales. El pasado 30 de abril, en un estadero del municipio de Girardota, sicarios asesinaron a Luis Henry Jaramillo Jiménez (“Luis el Paraco”); era uno de los jefes de “la Viña”, que delinque en el nororiente de la capital antioqueña.
El 29 de marzo ejecutaron en vía pública del barrio San Bernardo, en el occidente de Medellín, a Luis Fernando Díaz Olarte (“Luis el Burro”), supuesto cabecilla de la banda “San Bernardo”.
El 15 de marzo el turno fue para el cartagenero Wilfrido Ortiz Coneo (“el Monito”), quien acababa de llegar en un vuelo al aeropuerto de Rionegro. Cuando bajaba por la vía Las Palmas como pasajero de un taxi, en inmediaciones de la Loma de los Balsos (suroriente de Medellín), fue abaleado por verdugos motorizados. Al parecer su muerte se derivó de la pugna de dos grupos narcotraficantes de la Costa Caribe, el “Clan Coneo” y “los Pachenca”.
El 10 de febrero, en una cuadra del barrio Niquía del municipio de Bello, los mercenarios acribillaron a tres personas. Una de las víctimas resultó ser Mauricio Arias Guerrero (“Guerrero”), cabecilla de la banda “Pachelly”.
El listado lo cierra Ricardo López Mora (“la Marrana”), tiroteado el 2 de febrero del año en curso, en el barrio Héctor Abad Gómez de Medellín. Fue guerrillero del frente quinto de las Farc y paramilitar de los bloques Metro y Bananero de las Auc. Se había desmovilizado y tras salir de la cárcel vivía en el barrio Popular N°2.
Fuente: El El Colombiano